Inés transmite tranquilidad, sus manos están llenas de energía positiva y sus palabras de sabiduría. Aunque este lesionada y con dolores en los brazos, por que es humana y también necesita reparaciones, atiende a sus pacientes y amigos. Se pone unos esparadrapos en los brazos para mitigar sus dolores o ella misma se ‘auto arregla’ como buenamente puede. Soy paciente habitual de ella desde hace unos 5 años y como ha dicho anteriormente Raquel, nunca he salido de su consulta con algo pendiente. Mi trabajo, el cual es estar 9 horas sentado frente a un ordenador es el campo de batalla de mis contracturas en el que los vicios posturales no ayudan. En una ocasión y tras más de 20 sesiones consiguió solucionar la fascitis plantar que tenía en mi pie izquierdo, la cual mi traumatólogo estaba muy ‘empeñado e interesado’ en operar. Inés hasta que no localizó el origen, que estaba en la rodilla, no paró. Aquello fue la ‘madre de todos los dolores’ como cariñosamente lo llamamos, pero el resultado merecio la pena. Desde que partió para Asturias he pasado por diversas manos y ninguna, repito ninguna, llega a la mitad de lo que ella sabe y hace. Asturianos, ¡¡ que suerte tenéis de poseer un nuevo ‘patrimonio humano’ !!. Inés, en muy poco tiempo seguro que te haces con una nueva plantilla de amigos/pacientes como los que has dejado por Madrid. ¡¡ Suerte !!.
Ines, te echamos de menos.
Julio | 02.11.2011